Linda (Bobbi Starr) está hundida desde la muerte de su marido. Sus tres amigas, preocupadas por ella, creen tener la solución para que levante cabeza: que se embarque en la búsqueda de las tres personas que recibieron los órganos de su marido para que vea que incluso de ese trágico hecho ha salido algo bueno para los demás, la última buena obra de su marido.
Una trama interesante, aunque demasiado dramática, bien desarrillada y tratada de una forma algo diferente de lo que hubiera hecho otra compañía. Y es que "A little part of me" es uno de los filmes de la línea Romance de New Sensations, más en contacto con "el lado femenino". Por ello, los personajes son algo más realistas y la protagonista no se tira a los tres tíos a medida que se los encuentra, aunque tampoco los desaprovecha.
El primero que encuentra es Danny Mountain, que recibió los ojos de su marido, y al que decide emparejar con su amiga más bohemia y artística, Kimberly Kane. Luego encuentra al hiperactivo Michael Vegas, que recibió los pulmones, al que empareja con la chica fitness Zoe Voss (sobre la que insisto que está demasiado delgada, aunque me empiezo a acostumbrar).
Y por último va a parar con un romántico empedernido (un mal elegido en casting y mal caracterizado con unas gafas horribles Rocco Reed), que irremediablemente se va con la chica más encantadora de la película y del actual panorama porno americano, Allie Haze. Tres escenas sexuales más o menos justificadas con unos diálogos muy machacados, pero bien hechos. Y Bobbi Starr es la última en irse a la cama, esta vez con un Mark Davis más dócil de lo acostumbrado.
El resultado es la unión de dos puntos de vista, el femenino, con la guionista Crystal Dear, y el masculino y más insider en la industria, el del director James Avalon. Así, se nos mezcla sensibilidad por un lado y oportunismo para las escenas sexuales por otro, que aunque más o menos justificadas, caen en el error de seguir siempre el mismo patrón: un chico para cada amiga (cada uno más evidente que el anterior) y todas con el mismo sexo suavecito que no asusta a nadie (pese a la gran diferencia entre las chicas).
Lo mejor: un enfoque algo diferente
Lo peor: que va perdiendo fuelle a medida que avanza por seguir todo el rato el mismo patrón
